NO A LOS CONTAMINANTES!
El mal manejo de los desechos afecta a casi todas las ciudades. La mayoría de los grandes ríos y lagos están contaminados por la basura domiciliaria, las cloacas y la actividad industrial o minera. Y hay más de 2.000 basurales a cielo abierto sin ningún tipo de control. Pareciera que en la Argentina poco importa la salud del ambiente. En las provincias, hay graves problemas de contaminación, especialmente en los ríos, en los lagos y en las napas subterráneas.
El descuido es alarmante y la falta de controles, casi infalible.
Muchos de los lugares turísticos están afectados. Como el lago San Roque, en Córdoba, que recibe desechos cloacales sin tratamiento, o el Dique Cabra Corral, en Salta, donde se depositan toneladas de basura. En otros casos, la contaminación proviene de la minería, como la sufren los pobladores de las Termas de Río Hondo, de Santiago del Estero, de Amanao en La Rioja, o los mapuches de Neuquén.
Ciertas empresas se ensañan con los ríos cercanos, como ocurre con el Riachuelo o el Reconquista. Ríos, lagos y napas son víctimas de un descuido generalizado. Y el aire tampoco está libre de problemas, como en el Dock Sud de Avellaneda,
Mendoza o Capital. Hay más de 2.000 basurales a cielo abierto en el país sin control, según Miguel Rementería, de la Comisión Interdisciplinaria del Medio Ambiente.
Para Daniel Sabsay, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, "hay leyes que no se cumplen y otras que se reglamentan. Se superponen los organismos públicos, lo cual conspira contra un control real".
Según Verónica Odriozola, de Greenpeace Argentina, "los gobiernos no han controlado a las empresas, con el pretexto de que pueden verse reducidas las fuentes de trabajo". "Los ciudadanos deberían tener más participación para que monitoreen a los que contaminan", dijo Javier Corcuera, de Fundación Vida Silvestre.
El Gobierno ya abrió el debate. En Puerto Madryn, hace una semana, presentó la Agenda Nacional Ambiental. Según el secretario Atilio Savino, "se dieron lineamientos para planificar la política ambiental hasta 2007". ¿Se cumplirá?
La contaminación del suelo bonaerense
Uno de los principales focos es el polo petroquímico situado en Ensenada, cuyos gases provocan alergias e irritación en los ojos. Similares problemas causan los escapes del Polo Petroquímico Bahía Blanca. El Río de la Plata, el Luján y el
Matanza, que atraviesan partidos donde viven millones de personas, sufren un alto nivel de contaminación, debido a los efluentes cloacales, desechos líquidos, gaseosos y sólidos vertidos clandestinamente por las grandes industrias. Además, pesticidas y fertilizantes ya afectaron napas y cursos de agua de distritos de la cuenca del Salado.
Un lago cordobés lleno de toxinas
Las descargas cloacales de once municipios —incluida la capital— en el lago San Roque, lo sitúan tercero en el ranking de contaminación del país. Por exceso de materia orgánica abunda un tipo de algas que contienen toxinas, que atacan el
hígado y el sistema nervioso, y no se eliminan con los sistemas habituales de potabilización. FUNAM describe un problema similar en Embalse Río Tercero, al que se agrega —denuncian los ecologistas— la contaminación térmica producto de
la refrigeración de la central nuclear. Según la Dirección Provincial del Agua, "no surgen motivos de alarma".
Autos y camiones ahogan a la Capital Federal
Según Enrique San Román, investigador del Conicet, en Capital y el conurbano el aire está contaminado por las emisiones de autos y camiones.Otro problema que persiste es el estado grave del Riachuelo: "No existe una política de
saneamiento y todavía las industrias siguen arrojando sus desechos", explicó Rubén Mendez, de la Asociación Ecológica de Lanús.
Catamarca: efectos de una mina de oro
Hay serias denuncias contra la mina de oro de Bajo La Alumbrera, por posibles filtraciones de ácidos hacia ríos y arroyos de Amanao y Vis Vis, que provocan graves daños en la fauna y la flora. Se sospecha que también afectan napas subterráneas (Corresponsal).
Corrientes: químicos y residuos cloacales
En algunas ciudades, los residuos cloacales desaguan en lagunas o canales, porque la concesionaria de la red aún no construyó plantas de tratamiento. Los ríos también reciben el agua de las arroceras fumigadas con productos químicos.
El río del Chaco que terminó muriendo
El río Negro, que cruza Resistencia (300.000 habitantes), es desde hace mucho un cauce sin peces, pero lleno de desechos de fábricas de tanino, curtiembres y mataderos, e invadido por camalotes. En una zona con nueve meses de calor no hay
pesca, balnearios ni navegación.
Chubut: ríos, arroyos y lagos, jaqueados
Aunque la situación no es grave, preocupa el estado del río Chubut, el más importante de la provincia, por líquidos cloacales mal tratados y residuos industriales, sobre todo de las pesqueras. La misma causa afecta al arroyo Esperanza y al lago Rosario.
Basurero entrerriano que no deja respiro
A 10 minutos del centro de Paraná está su basurero, de 10 hectáreas a cielo abierto. Son frecuentes la autocombustión y el humo de los residuos orgánicos. Los gases que emanan del lugar, sobre todo metano, agudizan los padecimientos de
las personas con trastornos en el sistema respiratorio.
La Rioja: ¿el cromo llega a la sangre?
Los vecinos de Nonogasta hicieron juicio a la curtiembre Yoma: entre sus 7.000 habitantes ya hubo 4 jóvenes con leucemia en los últimos tres años (tres murieron). Abundan las afecciones respiratorias y de la piel. Los desechos líquidos rebasan las lagunas de tratamiento y corren por las calles. Se teme que el cromo haya alcanzado las napas.
Mendoza: mal aire
El humo de vehículos y fábricas forma una capa de smog sobre la ciudad de Mendoza, que se estaciona sin moverse. Esto agrava las enfermedades de las vías respiratorias, en especial el asma bronquial, cuyo índice de mortalidad es bastante alto.
Fumigaciones en campos formoseños
La Justicia aún no resolvió la demanda de los campesinos de Colonia Loma Senés, que sufren vómitos, diarreas y otros males, y pierden cultivos y animales por las fumigaciones en los campos de soja de un grupo de empresas.
Jujuy, un caso muy incomprensible
En la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003, no hay centros de disposición de residuos, y la basura va a parar a cursos de agua o permanece a cielo abierto. En la capital, 120 toneladas diarias son arrojadas en celdas de emergencia, en una finca a 20 kilómetros, donde también lo hacen otros municipios.
Tierras desérticas de La Pampa
El problema ambiental más grave que sufre La Pampa fue que dejó de correr agua por el cauce del río Atuel, tras la construcción del dique El Nihuil, en 1948 en Mendoza. Con tantas tierras desérticas, casi no quedan ovejas, jaguares o
carpinchos.
Misiones: tóxicos sobre el Paraná
A pesar de las sanciones y las denuncias ante la Justicia, las autoridades aún no lograron impedir que Pastas Celulósicas Piray SA arroje residuos tóxicos sin tratar al río Paraná, donde forman una maloliente espuma. De esas aguas se abastecen muchos pueblos y ciudades.
Amenaza neuquina
La contaminación por el yacimiento hidrocarburífero Loma de la Lata afecta a los mapuches. Repsol-YPF admitió el problema y discute cómo remediarlo.
Mina Angela y el cianuro en Río Negro
En 1999 se dejó de bombear el agua que se acumulaba en las galerías de Mina Angela, cuya explotación cesó en 1992, y la mina quedó sumergida. Pese a la remediación, el cianuro y otros residuos tóxicos estarían en aguas de Río Negro
y Chubut. Se teme que afecte a los 7.000 vecinos de Ingeniero Jacobacci.
Un dique salteño lleno de inmundicia
Si bien no contiene metales pesados, el dique Cabra Corral es la gran preocupación de los habitantes de la ciudad de Salta, por las toneladas de basura que los municipios vecinos arrojan en los ríos, y que en verano son
arrastradas hacia el embalse.
Napas contaminadas y polvillo en San Juan
El basurero de la ciudad de San Juan, a 40 kilómetros, está saturado y jamás fue tratado para evitar que la napa se contamine. Las cuatro comunas vecinas tiran la basura a campo abierto. La capital sufre además el polvillo lanzado por los
hornos de Electrometalúrgica Andina, que causa problemas respiratorios.
San Luis: agua mala
Los problemas se concentran en la capital. El río Seco —que atraviesa el sector norte y muere en napas profundas— recibe los líquidos no depurados de dos parques industriales. El dique Cruz de Piedra ya no puede abastecer de agua a la
ciudad, debido a la proliferación de algas.
Santiago del Estero: tóxicos en un lago
El lago del dique frontal de las Termas de Río Hondo sufre un altísimo grado de contaminación, que provoca gran mortandad de peces. Se debe a los residuos tóxicos vertidos a los ríos que lo alimentan —en especial el Dulce, que recibe
los desechos de los ingenios azucareros tucumanos—, y a los efluentes de la minera Bajo La Alumbrera.
Derrames de crudo en Santa Cruz
Varias veces los derrames de petróleo comprometieron aguas, suelo y fauna. La actividad carbonífera de Río Turbio afectó algunos ríos y arroyos. En el mar, las aguas del golfo San Jorge sufren el exceso de pesqueros extranjeros.
Santa Fe: problemas con los barcos
El aumento del tránsito fluvial por el Paraná impacta en el Gran Rosario, principal puerto granelero del país. Antes de cargar, los buques desagotan el agua que les sirvió de lastre, y con ella va gran cantidad de peces muertos. Aunque menos que antes, al río también se vierten muchos desechos industriales.
Un río tucumano totalmente sofocado
Al Salí, principal río de la provincia, van a parar cada año 150.000 toneladas de basura de los centros urbanos, 66.000 de residuos cloacales, 400.000 de desechos industriales, y los minerales que vuelca la planta de procesamiento dela minera Bajo La Alumbrera. En 2002 se lanzó el Plan de Producción Limpia, que busca corregir los procesos productivos para eliminar o reducir al máximo los residuos.
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